miércoles, 18 de junio de 2008

Sobre Marumba

Marumba era aquella por quien todos estaban perdidos. Empezó siendo una imagen, casi una idea de papel; pero con el correr del tiempo, se había hecho cada vez más conocida, cada vez más buscada. Era perseguida por el amor de todos y el odio de aquellos, los desvelaba su solo pensamiento. Despertaba los deseos más puros, y las pasiones más perversas.

Marumba se hizo famosa. Salió en todas las tapas; fue publicada en demasiados libros. Ante los que sabían buscarla se abría como la mejor de las amantes, y permanecía altiva e impenetrable para los que sólo querían ultrajarla. Eclipsó a todas las demás de su época, y se alzó con la corona de reina negra, aunque su rey protector ya no existía. Jugó siempre en desventaja, se construyó desde abajo hasta la fama, y salió a defenderse con toda su carne cuando quisieron censurarla.

Marumba resistió la miseria. Siguió perdiéndolos, pero cada vez publicada en menor calidad. En un momento, dejó de tener tirada, y se transformó en una belleza de boca en boca. El secreto sólo engendró una leyenda: hizo de sus huesos un esqueleto de metal, de su piel sacó las frazadas más calientes, y transformó su voz sensual en los gritos más temidos. Extendió su nombre por todos lados, atrajo a sus amantes más fieles, y despertó a sus rechazados más violentos.

Marumba fue madre y se quedó sin hijos. Sufrió la esterilidad de parir y que muchos murieran en sus brazos. Sufrió la grandeza de su fama cuando los que le quedaban tuvieron que desconocerla. Sus amantes le dieron la espalda, pero siguieron mordiendo sus almohadas por ella; y alguno que la amaba, quizás alguno, se suicidó abrazado a su recuerdo.

Marumba simuló su muerte ante los embates. Su tumba tuvo una lápida con palabras en inglés. La internaron en un psiquiátrico en decadencia, como a toda carne vieja que ya no sirve para nada. Sólo fue por poco tiempo. Pero cuando la dejaron ir y volvió a aparecer en las tapas, a ser publicada en muchos más libros, ya había perdido su rumbo. Sus últimos años los pasó en el olvido de los que ya la reclamaban como muerta.

Marumba era aquella por la cual todos terminaron perdidos. Y todavía hay quienes la siguen buscando, sospechando que no la mataron, y que sólo está desaparecida.

1 comentario:

Adriana dijo...

Esta Marumba me puso la piel de pollo Jules. Está muy bién, dan ganas de consequir ese libro.
Te sigo leyendo.
Adria.-